viernes, 10 de abril de 2009

Zbigniew Herbert



Dos Gotas


Los bosques ardían

y ellos en sus cuellos enredaban los brazos

como ramos de rosas
la gente corría a los refugios

él decía que su esposa tenía cabellos

en los que uno podía esconderse
cubiertos con una sola manta musitaban impúdicas palabras

la letanía de los amantes
Si la cosa se ponía fea saltaban en los ojos del otro

y los cerraban con fuerza
con tanta fuerza que no sintieron el fuego

que alcanzaba sus pestañas
hasta el final fueron audaces

hasta el final fueron fieles

hasta el final fueron parecidos

como dos gotas detenidas al borde de la cara


(1956)
De “Informe desde la ciudad sitiada y otros poemas” (Editorial Hiperión, 1993)Versión de Xaverio Ballester

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